Dictadura religiosa iraní arrecia la represión en su 31 aniversarioJue 11/02/2010 - 09:45 Internacionales
Por: Agencias/ Laclase.info
Chávez dice que el gobierno iraní es revolucionario
El 31 aniversario de la revolución islámica iraní estará marcado por la ofensiva represiva del régimen teocrático contra la disidencia, luego de que las personas procesadas por protestar contra el fraude electoral de 2009 hayan recibido sentencias espectaculares, incluyendo sentencias de muerte. A pesar de ello, desde ya se anuncian protestas populares contra el régimen burgués iraní. Las autoridades advirtieron que toda protesta será aplastada por las fuerzas de seguridad.
El ministro iraní de Inteligencia, Heydar Moslehi, dijo que "las fuerzas de seguridad y la Policía están preparadas para todo tipo de posibles sucesos", y cínicamente agregó que "el mismo pueblo será el principal y el mejor agente de seguridad".
Más de cien personas han sido detenidas preventivamente ante su posible participación en protestas. La prensa internacional no podrá cubrir los desfiles conmemorativos de la instauración del régimen teocrático, y el uso del correo electrónico de Google ha sido permanentemente suspendido en Irán.
En los últimos siete meses ha muerto más de cincuenta personas, millares de iraníes han sido arrestados por las Fuerzas de Seguridad, casi un centenar han sido juzgados y condenados a diferentes penas de cárcel, entre ellos ex altos cargos del anterior Gobierno reformista y dirigentes de la oposición.
Mohammed Reza Ali Zammani y Aresh Rahmanipur fueron ejecutados el 29 de enero bajo cargos de ser "enemigos de Dios", por su participación en las protestas que siguieron a la elección presidencial el año pasado. Al menos cinco personas más han sido condenadas a muerte por estos cargos, sustentados en la legislación religiosa iraní, por haber participado en las protestas.
Pese a tratarse de un régimen ultrarreaccionario, burgués, opresivo, y que prácticamente ha liquidado físicamente a la izquierda revolucionaria iraní, el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien dice ser socialista, ha alabado al gobierno iraní y lo ha calificado de "revolucionario".
El 31 aniversario de la revolución islámica iraní estará marcado por la ofensiva represiva del régimen teocrático contra la disidencia, luego de que las personas procesadas por protestar contra el fraude electoral de 2009 hayan recibido sentencias espectaculares, incluyendo sentencias de muerte. A pesar de ello, desde ya se anuncian protestas populares contra el régimen burgués iraní. Las autoridades advirtieron que toda protesta será aplastada por las fuerzas de seguridad.
El ministro iraní de Inteligencia, Heydar Moslehi, dijo que "las fuerzas de seguridad y la Policía están preparadas para todo tipo de posibles sucesos", y cínicamente agregó que "el mismo pueblo será el principal y el mejor agente de seguridad".
Más de cien personas han sido detenidas preventivamente ante su posible participación en protestas. La prensa internacional no podrá cubrir los desfiles conmemorativos de la instauración del régimen teocrático, y el uso del correo electrónico de Google ha sido permanentemente suspendido en Irán.
En los últimos siete meses ha muerto más de cincuenta personas, millares de iraníes han sido arrestados por las Fuerzas de Seguridad, casi un centenar han sido juzgados y condenados a diferentes penas de cárcel, entre ellos ex altos cargos del anterior Gobierno reformista y dirigentes de la oposición.
Mohammed Reza Ali Zammani y Aresh Rahmanipur fueron ejecutados el 29 de enero bajo cargos de ser "enemigos de Dios", por su participación en las protestas que siguieron a la elección presidencial el año pasado. Al menos cinco personas más han sido condenadas a muerte por estos cargos, sustentados en la legislación religiosa iraní, por haber participado en las protestas.
Pese a tratarse de un régimen ultrarreaccionario, burgués, opresivo, y que prácticamente ha liquidado físicamente a la izquierda revolucionaria iraní, el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien dice ser socialista, ha alabado al gobierno iraní y lo ha calificado de "revolucionario".
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